Debemos acostumbrarnos, primeramente, a tener buenos hábitos, algunos de los cuales son:
- Evitar el sobrepeso
- Hábitos posturales correctos
- Ejercicio
- Evitar sobrecargar las articulaciones
- Llevar un calzado adecuado
Además de estos buenos hábitos, es muy importante llevar una buena alimentación. En nuestro mundo de estrés a veces eso no es del todo posible por lo que siempre es interesante tomar complementos alimenticios con nutrientes naturales adecuados y destinados a ayudar a las articulaciones y el cartílago.