El acrónimo CAP o Certificado de Aptitud Profesional sirve para acreditar que un conductor ha superado los cursos y exámenes exigidos para la obtención de la cualificación inicial como conductor profesional.
Su finalidad es documentar la formación recibida. Para ello, junto con el certificado, se expedirá una tarjeta de cualificación del conductor y, cada vez que un conductor supere un curso completo de formación continua (si tiene el
permiso de conducir vigente) recibirá una nueva tarjeta que sustituye y supone la retirada de la anterior.