En tiempos pasados, los aeromotores se empleaban utilizando la potencia del viento para mover sus palas y de esta manera aprovechar ese recurso energético. En la actualidad, a través de una turbina eólica, se convierte la energía cinética de las corrientes de aire en energía eléctrica. Esta forma de energía es renovable, eficaz, consolidada y segura, desempeñando un papel fundamental en la transición energética y en la reducción de emisiones en la economía.