Hemos de saber que la firmeza no es lo mismo que el apoyo. Cuando hablamos de firmeza, hablamos del grado de dureza.
La firmeza se determina por su densidad, índice expresado en kg/m³. Para un mínimo de confort, más vale no bajar nunca por debajo de 25 kg/m³, lo ideal sigue siendo de 70 kg/m³.
Para elegir la firmeza ideal, se debe tener en consideración la talla, peso y morfología.
Con un colchón demasiado firme, pueden aparecer dolores de espalda a nivel de los hombros y de las caderas, mientras que un colchón demasiado blando tendrá tendencia a curvar la columna vertebral y provocar dolores de espalda importantes en la zona dorsal.