El aluminio, como todo metal, es un excelente conductor del frío y del calor. Por tanto, disponer de cerramientos de aluminio implica que el frío o el calor ( dependiendo de la estación del año )se transmitan al interior de la vivienda.
Para compensar dicha conductividad se debe insertar un perfil de material aislante intercalado entre la capa exterior e interior de aluminio con el objetivo de “romper” la conductividad del metal (conocemos técnicamente como rotura de puente térmico).
El PVC, por su parte, es un material aislante por naturaleza (ya que es un material no conductor térmico), por lo que el PVC ofrece un aislamiento superior en comparación con el aluminio.